Foto tomada del portal ilcatenaccio.es
Fernando Fernández @mr_nandonandez
Puede resultar casi un topicazo decir que la música y el deporte van de la mano, pero sí es indiscutiblemente cierto que hay aspectos que relacionan ambos mundos: la pasión desmedida, los grandes recintos llenos de aficionados, los mitos, el fenómeno fan, las muertes prematuras, los lujos, la inconsciencia de la juventud y, por qué no decirlo, las drogas, de uno u otro tipo según cada caso.
A lo largo de la historia música popular y deporte han cruzado sus caminos y un gran y variado número de artistas, con mayor o menor fortuna, han homenajeado a grandes nombres del deporte creando himnos que en algunos casos son coreados habitualmente en estadios por todo el mundo, aquí recojo algunos de mis ejemplo favoritos.
Hacía tiempo que tenía este post metido en un cajón pero la razón principal por la que por fin decidí ponerme de nuevo con él en las últimas semanas fur la llegada a nuestras vidas de Parquesvr y su “homenaje” al ángel caído del ciclismo mundial. La banda liderada de manera arrolladora por el promotor madrileño Javi Ferrara presenta en su disco de debut un temazo en el que los riffs contundentes se mezclan con llantos, hiperventilación, alaridos y rimas absurdas con nombres de ciclistas de la “EPO Golden Age”.
Pero Armstrong no es el único gran campeón de las dos ruedas al que le han dedicado una canción. Paolo Conte lo hizo de manera sublime y elegantísima con el mítico Gino Bartali y Los Tres Sudamericanos lo hicieron como pudieron con Miguelón, pero si lo pienso bien he de reconocer que tienen un meritazo al atreverse con esto porque no creo que haya nada más alejado de lo que transmitía Induráin que la salsa.
Si hablamos de fútbol no cabe ninguna duda de que el mayor icono pop que ha dado este deporte es Diego Armando Maradona y son muchas canciones las que, sobre todo en Argentina e Italia, le rinden tributo. En España la más conocida es la que Andrés Calamaro incluyó en su magnífico doble álbum honestidad brutal. Sin embargo, posiblemente la más popular en su país natal sea “La mano de Dios”, que le dedicó Rodrigo, alias “El Potro”, cantante de cuarteto fallecido en un accidente de tráfico muy poco después de publicarla en el año 2000.
Entre las figuras de Maradona y George Best podemos encontrar multitud de paralelismos, ambos tenían un talento enorme, tuvieron un éxito precoz y se convirtieron de inmediato en ídolos de masas, pero también ambos no supieron digerir todo eso, cayeron en las adicciones y su vida fue, y sigue siendo en el caso de Maradona cuando menos turbulenta. La carrera de Best creció en paralelo a la beatlemania y la gran eclosión del rock’n’roll y el pop británico así que no es de extrañar que Don Fardon le dedicase en 1970 “Belfast Boy”.
Sin querer entran en comparaciones y salvando las siderales distancias, otro futbolista cuya cabeza no estuvo a la altura de su talento fue Diego Tristán, delantero sevillano del Dépor campeón de liga y pichichi en 2002. En este caso son los gallegos Boyanka Kostova (que también toman su nombre de una deportista, en este caso de una campeona del mundo de halterofilia búlgaro-azerbayana) los que le dedican un rap en chándal de táctel.
Joan Manuel Serrat siempre ha hecho gala de su barcelonismo, le hemos escuchado cantar el himno del Barça en el Camp Nou en el centenario del club, pero once años antes ya había publicado en su disco “Material sensible” un tema que homenajeaba a su gran ídolo de la infancia, László -o Ladislao como se le conoció en España- Kubala.
Pero quizá la mejor canción que se haya escrito sobre un futbolista sea la que el brasileño Jorge Ben le compuso en 1972 a Fio Maravilha en la que narra un gol que este futbolista del Flamengo le metió al Benfica en un partido amistoso en Maracaná que el propio Ben estaba viendo desde la grada. A João Batista de Sales, nombre real del jugador, no acabó de convencerle aquel homenaje y tras una disputa legal la canción hubo de cambiar de nombre a “Filho Maravilha” hasta que en 2007 llegaron a un acuerdo y pudo volver a retomar su nombre original.
Cambiamos de balón y nos fijamos ahora en la NBA. En 1989, cuando se acercaba el final del Showtime de Lakers de Pat Riley los también angelinos Red Hot Chili Peppers publicaron un tema que homenajeaba a la figura que concentraba en sí misma todas las virtudes de aquel mítico equipo, Earvin “Magic” Johnson, para mí el mejor jugador de baloncesto de la historia.
El fin de la era de los de Los Angeles tuvo mucho que ver con la irrupción de un equipo diametralmente opuesto en su estilo, filosofía e imagen pública que los derrotó en las finales del 1989. Eran los Detroit Pistons de Chuck Daly, que pasaron a la historia como los Bad Boys por su dureza y su actitud desafiante y a veces antideportiva en la cancha. Si Magic era el símbolo de aquellos Lakers, Bill Laimbeer lo era de aquellos Pistons. Los Beastie Boys -muy aficionados al baloncesto y al baseball, fans de los Kncicks y con muchas referencias deportivas en sus letras- le dedicaron una canción a“Tough guy” en su disco “Ill Communication”, y si prestáis atención a la letra os daréis cuenta de que no era precisamente un homenaje.
En 2012 me encontré en Internet por casualidad con una canción llamada “El último mate de Quique Villalobos” cuyo videoclip lo protagonizaba el propio exjugador. La canción es una suerte de homenaje a aquellos “obreros” del baloncesto que tienen que buscarse las habichuelas en medio mundo pero que al final quedan grabados en la memoria de los buenos aficionados. El montaje alterna imágenes de acciones espectaculares del alero español con otras de su actualidad cotidiana más anodina en las que se levanta de la cama o prepara el desayuno. La canción venía firmada por un grupo de barcelona llamado además Anicet Lavodrama, nombre del mítico pívot centroafricano que desarrolló su carrera en España sobre todo en Ferrol en los 80 y 90, ahora tras llegar a un acuerdo la banda ha pasado a llamarse simplemente Anicet.
Si hablamos de boxeo es imposible no pensar en Bob Dylan que, aunque ya había escrito antes una canción sobre el malogrado púgil Davey Moore, se fijó en la historia del boxeador Rubin “Hurricane” Carter que pasó casi veinte años encarcelado tras ser condenado por un triple asesinato en un juicio que a la postre estuvo plagado de irregularidades y prejuicios raciales.
En España es un discípulo de Dylan como Quique González el que dedica un tema de su LP “La noche americana”, al boxeador nacido en La Habana Kid Chocolate que ganó 136 combates entre 1929 y 1939 y que a pesar de que apenas quedan unas pocas imágenes de sus peleas está considerado por muchos analistas como uno de los mejores pesos pluma de toda la historia.
Una genialidad total es lo que hicieron Los Petersellers transformando a la “Lady Laura” de Roberto Carlos en “Niki Lauda” haciendo que en la memoria colectiva hayan quedado grabados a fuego los versos de su estribillo. Agarraos las manos y cantad conmigo: “Niki Lauda, agárrate fuerte, Niki Lauda, que viene una curva, Niki Lauda, oreja a la plancha, Niki Lauda”.
Hemos dejado para el final una joyita que aquellos aficionados al fútbol probablemente recuerden del programa de Canal+ “El día después” que refleja cómo hace no tanto lo que rodeaba al fútbol tenía menos gomina y coches deportivos y mucho más sentido del humor.
Quizá más adelante hablaremos de grupos que han elegido nombres de deportistas como algunos que ya hemos mencionado aquí, pero eso lo dejaremos para otro día.