Jose Luis Santiago.
Segundas partes nunca fueron buenas y este caso no va a ser la excepción. Lo que ocurre es que nos pasa como a los estudios de Hollywood, que a falta de buenas ideas, lo mejor es estirar como un chicle lo que ya hemos hecho.
Nuestro primer “Soy una rumbera” lo dedicamos a los rumberos de pedigrí, gente que no podía renunciar a su condición de rumbero o rumbera. En esta segunda parte vamos a hablar no de los que nacieron rumberos sino de los que se hicieron rumberos. Músicos a los que en algún momento de su carrera, nadie puede negarles que han demostrado tener el don de la rumba.
Pero antes, sobre todo para los que no leísteis la primera parte, os tenemos que recordar que la fuente de inspiración y guía de nuestro relato es Melody. Su grito de “Soy una rumberaaaaaaa” en su archifamoso “Baile del Gorila” la han convertido en nuestra guía y referente por los agitados caminos de la rumba. Podéis escuchar «la llamada de la selva» en el segundo 44 del siguiente vídeo.
Es casi una obligación que esta lista de rumberos hechos a si mismos empiece por Kiko Veneno. Aunque en sus últimos (y buenos discos, por cierto) la rumba ha perdido algo de protagonismo, en el comienzo de su carrera fue el género que más fama le dio. Cuando nuestra querida Melody aún no había nacido, Kiko Veneno ya había compuesto la que probablemente sea la rumba más famosa de la historia, el “Volando voy” que cantó Camarón.
Aunque pueda parecer que no, la carrera de Melody y la de Kiko tienen un punto de conexión: ambos tuvieron que reinventarse, aunque fuera por razones diferentes. En el caso de Melody por la conversión de niña prodigio en adolescente/adulta con aspiraciones artísticas de mayor calado de hacer “bailar el gorila” a su público (¿seguirá cantando la canción en sus conciertos?). En el caso de Kiko, fracasos y desventuras de numerosos proyectos conjuntos y en solitario a punto estuvieron de hacerle abandonar la música, pero llegó el Échate un cantecito, con Santiago Auserón por allí rondando y lo cambió todo. En aquel disco están algunas de sus mejores rumbas, pero preferimos dejaros con una de su siguiente disco a la que le tenemos especial cariño. Con unas conguitas sonando en segundo plano muy en plan rumba catalana.
Es precisamente en esa etapa de vaivenes de Kiko Veneno en la que se fijó nuestro siguiente rumbero para hacer una versión del de Figueres. Muchachito es la reencarnación contemporánea del rumbero clásico, una mezcla entre Peret, Gato Pérez y Los Chichos: agitado, acelerado, intenso, enérgico y dándole al “ventilador” como muy pocos pueden hacerlo hoy en día. Siempre nos encantó la letra de este “Si tu, si yo” con ese surrealismo costumbrista en el que Kiko tan bien se manejaba.
Trantándose de rumba, es lógico que nos quedemos por Cataluña un rato. Una de las cosas que provocó en relanzamiento de la carrera Musical de Melodía Ruiz Gutiérrez fue su aparición en el programa de televisión“Tu Cara Me Suena”. Nos hubiese gustado que en alguna de sus imitaciones de aquel programa le hubiese tocado hacer de nuestro siguiente invitado. Pero hubiese sido tan gracioso como imposible. ¿Un personaje tan “políticamente correcto” como Albert Pla en la familiar Antena 3 y una canción sobre un negro con un “pollón grandote”? Imposible. No es que Albert haya ejercido de rumbero de manera continuada, pero cuando se ha puesto a ello, lo ha hecho de manera notable y además con un estilo muy alejado al del rumbero tradicional. Su disco No Solo de Rumba Vive el Hombre es un imprescindible de la música nacional.
Nuestra siguiente protagonista también apareció en una serie de televisión, como Melody. Pero mientras que Melodía lo ha hecho en Cuéntame un par de veces con papeles amables y correctos, Martirio lo hizo en un par de capítulos de Makinavaja representando a una ciega malísima, ninfómana y muy loca. Martirio siempre ha sido atrevida y arriesga y aunque no haya sido la rumba una de sus géneros más practicados, no hay quien le discuta que es una rumbera de primer nivel. Y por si fuera poco, en este “Nonaino” se acompaña de otros grandes de los que hablaremos justo ahora.
Sí, los enormes Pata Negra. Es escuchar esa guitarra en la canción de Martirio y ya sabes que son ellos. Si tuviésemos algún día un gobierno serio en este país, publicaría un real decreto ley que obligase a que en todos los hogares españoles hubiese una copia del Blues de la Frontera, tremendo disco de unos artistas en pleno apogeo y creatividad. En aquel álbum había una rumba que siempre ha estado entre mis canciones favoritas y eso que nunca he vivido en Sevilla, aunque lo haya pasado muy bien muchas veces por allí.
La rumba es uno de esos géneros muy autoreferenciales en sus letras (como el rap y algún otro). No basta con hacer rumba, hay que nombrarla y decir todo lo posible que eres rumbero. Melody dice la palabra “rumbera” 15 veces en su “Baile del Gorila”, mientras que Lichis, además de en el título de la canción, nombra la palabra “rumba” en más de una veintena de ocasiones a lo largo del siguiente tema. No me cortéis el rollo de la argumentación diciéndome que claro, es a costa de repetir una y otra vez el estribillo. Qué más da!. Lo que más me gusta de esta rumba de La Cabra Mecánica es que mira hacia sus propios orígenes en la música cubana. De allí vino y aquí se mezcló.
Lichis y La Cabra Mecánica consiguieron darle a las rumbas que hicieron un tono castizo (aunque Lichis es de Barcelona) que rompe el eje catalano-andaluz, omnipresente en este artículo. De hecho volvemos al noreste y vamos con Dusminguet, otro grupo que supo mezclar en sus rumbas diferentes sonoridades. Continuamos con el asunto autorreferecial y añadimos otro de los parámetros rumberos básicos, los juegos de palabras onomatopéyicos: noainos (como antes), sarandongas, rumbaquetetumba, parapapás o lereis y lereles como es el caso en esta “Rumbeta Bona”.
Nuestra querida Melodía es una chica formal y de buen gusto que canta canciones para todos los públicos, para bailar, canciones de amor que hablan de cosas bonitas. No como los dos zangüangos malhablados y que vienen a continuación y cuyas rumbas están llenas de frases ordinarias y de mal gusto o incluso de asuntos que están fuera de la legalidad. La primera es la cordobesa Rakel Winchester con su rumba rap-punk “El marido de la carnicera” y el segundo es el barcelonés Pantanito, máximo representante y fundador de lo que él mismo ha llamado “neocalorrismo”. Juzguen ustedes.
En ese ida y vuelta de Cataluña a Andalucía vamos a bajar ya a la segunda para quedarnos por allí. Ya sabéis que, como hemos dicho antes, “Tu Cara Me Suena” supuso el relanzamiento de la carrera de nuestra rumbera prodigio. Allí, en la última de sus actuaciones en el programa imitó a Lola Flores. Acompañando a La Faraona cuando todavía no llegaba a los 20 años estuvo nuestro penúltimo rumbero. Viéndolos a ambos parece lógico, una electricidad parecida a la que desprendía Lola, posee a Tomasito en sus actuaciones. Seguro que mucho de lo que luego ha demostrado en su carrera en solitario lo aprendió de ella. No hay más que ver lo “lolafloresco” que es este “Rumba que te tumba” en directo.
Vamos a hacer caso a los Pata Negra y vamos a terminar en Sevilla para quedarnos allí. Uno de los últimos y más ilustres grupos rumberos de la ciudad en las últimas décadas han sido sin duda los Mártires del Compás. Es apabullante la cantidad, calidad y variedad de rumbas que nos dejaron en sus 6 discos. Luego vinieron los problemas y desavenencias internas de la banda y recientemente su regreso. Durante varios años asistir a sus conciertos fue una gozosa obligación. Como ir a una misa profana. Así que vamos a aprovechar para acabar haciendo liturgia rumbera y para ello terminamos con una canción que no estaba entre las más famosas del grupo, pero siempre fue de nuestras favoritas. La escucharemos y ya que estamos en Sevilla, cerca de Dos Hermanas, nos iremos a visitar a Melody aunque tenemos muy serias dudas de que siga viviendo allí.
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