Juanma Ibáñez.
Como escribo unos leñazos impresionantes (desde Tonosone desmentimos esta afirmación), vamos a empezar con un vídeo de uno de esos artistas que me han sorprendido varias veces a lo largo de la vida. Así por lo menos leéis con musiquilla de fondo. El Lebrijano y Paco Cepero por bulerías:
El gusto personal se va formando con los años. En todos los aspectos de la vida, uno va conociendo y saboreando, eligiendo, descubriendo, aceptando o apasionándose por las cosas. Pasa por ejemplo con la comida. La lengua sólo tiene papilas para distinguir lo dulce, lo salado, lo ácido y lo amargo (aunque la wikipedia afirma que existe un quinto sabor, el umami; a mi eso en el cole no me lo explicaron). Con sólo esos elementos y los aromas que capta la nariz, vamos elaborando un catálogo de sensaciones de lo más variadas y complejas. Hay incluso profesionales del gusto, gentes capaces de distinguir sutiles matices en el vino, el aceite y en todo tipo de bebidas y alimentos. Mola mucho cuando le das a un niño pequeño algo nuevo a probar: el cambio de la expresión, la curiosidad, la reacción… Con los años, el repertorio de lo que comes se va afianzando, definido por tu cultura culinaria, tus amistades, tu lugar de residencia, tu economía, tu interés… A tu paleta de sabores a veces se añade alguna nota de color exótica, un condimento nuevo que has probado en un restaurante, algo sobre lo que has leído y te has decidido a probar. Puede que haya barreras que no estás dispuesto a cruzar (el queso, en mi caso), pero a lo mejor un día te la cuelan y acabas dándote cuenta de que te gusta algo que creías odiar.
Con la música pasa lo mismo. Independientemente de lo que suene entre los 20 y los 20.000 herzios, el cerebro va construyendo un mundo sonoro que cuando hablamos de lo musical, puede considerarse casi inabarcable. Hay unos años en los que no sólo somos más inquietos sino que nos apasionamos mucho más con lo que escuchamos. Aún recuerdo que de chaval podía escuchar montones de veces una misma cassette hasta el punto de sabérmela de memoria. Ese “fondo musical” sobre el que vas acumulando, puede ser muy heterogéneo o muy homogéneo, pero apuesto a que en ambos casos es prácticamente infinito. Uno puede escuchar exclusivamente flamenco, pero hay tantos mundos diferentes dentro de cualquier música, incluso dentro de un sólo palo del flamenco hay tal variedad según la época, el intérprete… A ver que me mareo. Para que se entienda el concepto de la variación de la música (de lo excelso a lo chunguelfo), os pongo este que es corto. Pitingo por bulerías:
https://www.youtube.com/watch?v=0N6jcyUknFQ
Así que sí, uno puede quedarse toda la vida escuchando bulerías y sentirse plenamente realizado (y lo que nos estamos perdiendo el resto, oiga). Pero qué queréis que os diga, yo he salido muy de hacer batiburrillo y no discriminar demasiado. Perder la curiosidad es de lo peor que le puede pasar a uno. Se puede alimentar a propósito yendo a conciertos, escuchando la radio o plataformas de streaming y se la puede dirigir. Pero lo mejor es cuando llegas por casualidad. Ese destello de sorpresa inesperado cuando te encuentras con algo que no habías oído nunca… Que no nos deje de pasar de vez en cuando que nos morimos.
A veces pasa por casualidad, como cuando un amigo y yo nos encontramos al salir del local de ensayo con que iba a tocar por allí Joseba Irazoki, un domingo, con cuatro gatos. Yo no le conocía directamente, pero sabía que estaba ya tocando con Atom Rhumba, así que me imaginé que merecería la pena. Y así fue. El concierto se lo hizo el sólo, tocando la guitarra y cantando, con unos samplers, un par de micros para jugar con la voz y una creatividad que no cabía en la sala. Salimos de allí con un subidón… Algo parecido a esto fue lo que vivimos:
Pero vamos, que con la guitarra de palo también se apaña:
Si alguien quiere profundizar aún un poco más (son 8 minutos, pero se ve lo personaje que es):
http://www.rtve.es/alacarta/videos/mapa-sonoro/mapa-sonoro-joseba-irazoki/2401529/
Los festivales, algo a lo que hace mucho que no voy, eran también sitios magníficos para descubrir otras músicas. Siempre recordaré los Womad cacereños en los que no conocías ni a cristo y terminabas flipando con unas cuantas bandas… Que muchas veces ni sabías cómo se llamaban. Solía preocuparme de llevar un programa doblado por alguna parte, pero cuántos de aquellos grupos que me impresionaron en San Jorge habré olvidado. Recuerdo a Trilok Gurtu en la Plaza Mayor, que sólo le conocía de referencias. Aquello no me cabía en la cabeza. A finales de los 90 es que la cosa de la fusión estaban a tope. Había un video de un Womad de 8 minutos, pero os pongo este que es más variadito:
O el shock de ver a Tomasito versioneando a AC/DC en el Hípico (qué Womad más raro aquel) no se me olvida, aunque luego he vuelto a verle y no me ha vuelto a impresionar igual. Me tiré toda la canción maldiciéndole y partiéndome de risa a la vez que le daba las gracias. El vídeo es de otro lado y están un poco muertos (son muy guiris), pero qué demonios, se le ve en calzoncillos (otra vez 9 minutacos… ):
También en un Womad, pero en Madrid, cantó Totó la Momposina, que ella sí que dejó el pabellón bien alto. Qué caña de concierto… Pero aquí la vemos en el estudio de grabación. Me encanta el momento en el que corrige el compás de la percusión:
Qué energía, por dios… Pero no sólo en los grandes festivales descubres bandas. Tu ibas a ver a una banda y de repente los teloneros te dan la vuelta a la cabeza y te quedas enganchado con ellos. Los Vinagres aparecieron abriendo para Guadalupe Plata en Madrid y me encantaron. Además así vemos otro cortito:
Pero estos canarios ya salen en las revistas. A veces las bandas pequeñas son igual de grandes o más que las famosas (aunque sólo lo sean para lectores de Mondosonoro y oyentes de Radio3). La mayoría de los conciertos a los que voy últimamente son en salas pequeñas, muchas veces para ver a bandas amigas. Gracias a las inenarrables Pitu Kaleya, disfruté de uno de los conciertos más enérgicos que he visto en los últimos años. Hay varios vídeos, aunque el sonido es lo que es. Si pasan por vuestra ciudad y queréis bailar un rato, ni os lo penséis:
Otro bolo sudoroso y desternillante fue el de una banda de la que tenía un cartel antes de conocerles… Powersolo. Hace un porrón de años tocaron en Madrid con Jon Spencer y fue a verlos un colega y compañero de piso. Vino tan impresionado que trajo sendos carteles, uno para regalármelo a mi. El caso es que años después, tuve la oportunidad de verles y madre de dios, que divertido fue aquello. No es de un directo, pero es bastante cachondo. merece la pena que busquéis más cosas de estos taraos. Y si bajan de Dinamarca otra vez, nos avisamos.
He de decir también que teloneándoles estuvo el ínclito Capitán Entresijos, una apuesta segura siempre y además a base de rozarnos en conciertos, también colega. Y es que ay, los amigos. Esos que te lían para las cosas más inconcebibles (escribir aquí por ejemplo) y que te descubren tanta música. En el siglo pasado, tuve un compañero de clase polaco, Krisztof. No sólo nos descubrió el Zubrowka, no sólo sabía de todo (era arquitecto) y no sólo era majísimo. A él le debo la primera grabación de Hedningarna que escuché, ese Trå que me tuvo obsesionado durante meses y le dio la vuelta a unas cuantas cosas…
https://www.youtube.com/watch?v=Vd4tF_WURxE
Bueno, pues ya os habéis quedado sin aliento. Hedningarna además he tenido el placer de descubrírselo yo a mi vez a otros muchos colegas. Porque lo importante de esto es compartir, qué leñe. Y que nunca sabes por dónde te van a llegar las cosas. Un becario al que decidí adoptar, me recomendó esta maravilla. Fui a verles en el teatro de Lloseta, en Mallorca y he de decir que es el único concierto que vi en la isla en el que los autóctonos ¡bailaban! Como pa’ no, creo que bailé hasta yo…
Finalmente también están los artistas que ni recuerdas cómo descubriste pero no sabes cómo podías vivir sin ellos. Si me pusiera a poner ejemplos no acabaría nunca de escribir, así que trataré de ordenar mejor para el siguiente artículo. De despedida, otros dos que en concierto me dejaron patidifuso. Conocía la voz de ella, pero no estaba preparado para lo que vi en directo. Además después de ver esto, os podéis quedar un rato meditando: