Hace un tiempo leía una entrevista a Christina Rosenvinge en la que decía: “Hay mucha gente que cree que Nina Simone es dios. Yo también lo creo”. Y yo también. Cuando uno escucha a Nina Simone lo más probable es que se acabe en el sitio exacto al que ella quería llevarte, cual sacerdotisa o chamán que dirige y manipula emocionalmente a su audiencia. En eso era un maestra, como podrían atestiguar muchos de los que la vieron actuar en directo.
Pero la verdad que para ser un dios (o diosa) Nina tuvo una vida un tanto turbulenta y “compleja”. Vamos a ver algunas facetas de su historia y de su personalidad que probablemente ayudan a entender más su figura y su música.
Lo primero que tengo que hacer es recomendar la lectura del imprescindible “La vida a muerte de Nina Simone”, escrito por David Brun-Lambert. Fantástico libro (no quiero llamarlo biografía) en el que se cuenta de manera apasionada y apasionante, una vida asombrosa y extraordinaria. Imprescindible para los fans, recomendable para cualquier persona a la que le guste la música.
Antes de comenzar os damos la posibilidad de hacer algo muchísimo mejor que leer el artículo. Id al final y ved el vídeo de una de sus actuaciones en 1965. 40 minutos que son un autentico tesoro. Una joya impagable de Internet. Si no, continuamos.
1. Nina recibió una formación musical de pianista clásica.
Eunice Waymon (así se llamaba) empezó a desarrollar sus habilidades pianísticas en casa de la señora Mazzy, una blanca burguesa y sofisticada, apasionada de la música clásica y que acogió a Nina como alumna durante varios años. Así que Nina, nieta de un esclavo e hija de una familia negra americana en la que los padres eran pastores cristianos, descubrió con una blanca a lo que quería dedicar su vida: el piano clásico. Con un referente muy claro: Bach, su compositor más admirado. Aunque, como veremos, las cosas cambiaron en un futuro, en la música de Nina a lo largo de toda su carrera siempre es perceptible de manera clara su formación de piano clásico y su admiración por Bach. En la siguiente canción hay un intermedio musical en el que podemos apreciarlo.
2. Un rechazo cambió radicalmente la carrera musical y la vida personal de Nina.
Su proceso de formación iba a culminar con las pruebas de acceso al prestigioso instituto musical de Filadelfia “Curtis Institute”. Allí tocó Bach, Mozart, Hayden, Beethoven, Debussy, Ravel , Chopin y Schumman entro otros. La rechazaron. Y su sueño de ser la primera concertista negra norteamericana se truncó. Nina pensó entonces y siguió pensando durante toda su vida, que la razón de aquel rechazo no fue musical: no la aceptaron porque era negra. Para ella fue una humillación brutal de la que nunca se recuperó y que le hizo girar completamente su mirada musical y personal. Abandonó a los clásicos blancos para empezar a aprender la música de sus antepasados, y se metió de manera bastante intensa el los movimientos por los derechos civiles de los negros que estaban comenzando en los EE.UU.
3. Nina era una persona de trato difícil en muchas ocasiones.
Lo sabían los que fueron sus amigos y compañeros y también lo sabían espectadores, promotores de conciertos y la gente del negocio musical en general. Muchos la temían y muchos también la engañaron. Era una persona emocionalmente inestable, hipersensible, algo bipolar, muy temperamental, con fuerte carácter y a la vez muy débil, en ocasiones maleducada y agresiva, muy pasional, paranoica y errática, tan entregada que las decepciones muchas veces eran muy grandes. Era muy vulnerable. Seguramente todo ello se siente en la inmensa capacidad de transmisión y emoción de su música. “Love me or leave me” decía en la anterior canción precisamente. Love you, Nina.
4. Nina era una “bestia” en el escenario.
Ese era su punto fuerte. La gente que la vio en directo lo sabe. Cual sacerdotisa o chamán, tenía una capacidad sobresaliente e innata para embaucar al público, para llevárselo a su terreno y crear en los conciertos cualquier clima emocional que se le antojase. Podías pasar en uno de sus shows de la relajación y la risa al escalofrío y las emociones y más intimas. Tenía un poder de control mágico sobre sus auditorios y sus espectadores. Lo sabía y lo explotaba. Esa intensidad tenía su reverso y también son numerosos los conciertos que acabaron en desastre: ausencias de última hora, actuaciones muy breves, peleas con espectadores, pasotismo y dejadez, etc. En el siguiente vídeo podéis ver un ejemplo de todo esto.
5.La historia personal y musical de Nina esta estrechamente vinculada al Movimiento por los Derechos Civiles de la población negra en los EE.UU.
Ella vivió todo aquello muy de cerca y muy intensamente. Decidió que su música formase parte de la lucha y se volcó durante muchos años en ello. Algunas de sus canciones eran consideradas himnos por el Movimiento. Martin Luther King, al que conoció personalmente, era un referente para ella. Pero, aunque tenía sus propias ideas, poco a poco fue sintiéndose más vinculada ideológicamente con las teorías de Malcom X y los grupos que le rodeaban. “Mississippi Goddam” fue uno de esos himnos.
6. Nina fue una más de los muchísimos músicos engañados y estafados por la industria musical.
Nunca llegó a tener el control de sus grabaciones, publicaron a lo largo de toda sus carrera discos sin su consentimiento, no cobraba los «royalties» y derechos de autor que le correspondían, circulaban y circulan aún hoy en día muchos conciertos piratas de los que no recibía ni un duro. Nunca ingresó el dinero que legalmente le hubiese correspondido y, no solo eso, sino que la confianza puesta en las gestiones de algunos profesionales que la rodearon desembocó en problemas muy graves con la justicia y con el fisco estadounidense, incluso con la imposibilidad de entrar en el país. En el caso de los conciertos también hubo problemas con promotores aprovechados que no pagaban lo estipulado o no ofrecían las condiciones acordadas para los conciertos. Probablemente algunos promotores honrados acabaron pagando las consecuencias de estos problemas y teniendo que aguantar comportamientos impresentables de Nina antes, durante y después de algunas actuaciones.
7. Nina fue rescatada del olvido por una canción que ella, en cierta forma, despreciaba.
Nina desapareció del mundo musical durante algo más de una década. Nadie hablaba ni se acodaba de ella. Quizá hoy seguiría siendo así de no ser porque los creativos de Chanel Numero 5, en el año 87, decidieron usar “My baby just care for me” para un anuncio. Tal fue el éxito que se reeditaron sus discos, Nina comenzó nuevamente a actuar y volvió a meterse en el estudio para grabar algún disco. Se trata de una de las canciones más conocidas de Nina, sobre todo para el público general, pero Nina la consideraba, y así lo dijo, una de sus canciones más irrelevantes. Raramente aparecía en sus repertorios en directo y, de hecho, a Nina no le gustaba tocarla.
8. Nina vivió bastantes años en Europa, principalmente en Suiza y en Francia, en un sorprendente olvido y anonimato del cual hay muy poca información.
Y medio arruinada. Solo se sabe lo que ella misma y algunos de sus más allegados contaron. En alguna de las localidades en las que residió, de hecho, era una especie de rumor que la gente nunca se acababa de creer que aquella señora negra que vivía en uno de los apartamentos del barrio era Nina Simone. Es sorprendente que viviese durante varios años en esas condiciones y circunstancias. Y como hemos dicho, de no ser por el anuncio de Chanel, probablemente las cosas hubiesen seguido así.
9. Una de las cosas más frustrantes para Nina fueron sus relaciones amorosas.
Nunca llegaron a funcionar como ella deseaba y casi siempre acabaron en decepción. También la de su marido/representante Andy, que acabó por ser una relación comercial y de intereses sin ninguna pasión. En ocasiones era la propia desesperación por encontrar alguien a quien amar, la que la hacía desembocar en situaciones inverosímiles que nunca acabarían bien. Hay ciertas informaciones de que durante los años de desaparición de la primera línea, también mantuvo algunas relaciones con mujeres. Pero no hay ninguna confirmación absoluta.
10. Pamplona.
Nina Simone estuvo una vez en España en 1982. Para uno de esos conciertos que acabaron en desastre. Según relata David Brun-Lambert se la encontraron borracha y la tuvieron que llevar medio obligada a Pamplona. Allí continuó con su embriaguez. Bajó a bañarse desnuda a la piscina del hotel. El concierto casi se suspende previamente. Durante la actuación insultó al público y los ánimos se encendieron. Se la tuvieron que llevar. La organización del festival la denunció y el que ejercía como manager en aquella ocasión tuvo que coger rápidamente un coche para huir y salir a Francia por Biarritz.
Ahora, después de leer lo anterior, dense el gustazo de ver esta maravilla de concierto del año 1965 en Holanda. Seguro que después de todo lo leído lo sienten de manera diferente.
Jose Luis Santiago.
Nina Simone – Live in Holland 1965 from Nina Simone on Vimeo.