1.- Amarás a Joy División sobre todas las cosas y al Farmatint Negro Azabache como a ti mismo.
2.- Empapelarás las paredes del local de ensayo y las de tu propia habitación con posters de Ian Curtis. No olvidarás nunca que él se sacrificó por vosotros.
3.- Asumirás que nunca tendréis suficiente éxito. Recorreréis salas oscuras, festivales random y en el mejor de los casos Gabi Ruiz te colocará a las 16:00 en un escenario secundario del Primavera Sound (excepto si sois británicos).
4.- Paradójicamente, la imposibilidad de alcanzar el éxito os llevará a una pose entre la depresión, la insatisfacción y la angustia existencial que resultará de lo más convincente y será la única remota posibilidad de que alcancéis el éxito.
5.- No caerás en la tentación de abandonar el lado oscuro y hacer synthpop bailable como New Order Iscariote.
6.- Los colores oscuros y apagados dominarán tu vestimenta y diseño gráfico. Nada de tonos vivos o saturados, no os vayan a confundir con un grupo de punk-pop o un revival nuevaolero.
7-. No te enfurecerán demasiado los excesos y las miserias de la sociedad contemporánea (que para eso ya esta el punk), tú te centrarás en la insatisfacción personal y la angustia existencial.
8.- Meterás bajos gruesos como morcones en tus canciones. Por fin un estilo en el que guitarrista no tiene por qué ser la estrella. Ah, y al batería como si lo queréis sustituir por una caja de ritmos, que trabaja gratis, ocupa poco y no paga alojamiento en las giras.
9.- No saldrás nunca de casa sin tu eyeliner y tu blister de prozac.
10.- Si tienes cierta vocación más vanguardista siempre puedes optar por un lado más arty. No temas quedar fuera del género, recuerda que para los locutores de Radio 3, todo lo que suene oscurillo y medio raruno tiene la etiqueta adjudicada. Sea post-punk o no.